viernes, 22 de febrero de 2013

Poema


CONTIGO Y SIN TI

La vida nos une? No,
es la ley de Dios.
Podremos ser felices? No,
la felicidad ya existe.
Que el amor es eterno? No,
el amor es muy corto.
Estamos juntos? No,
muy separados.
Dormimos juntos, soñamos separados
Tú cuentas tus sueños, yo las reinterpreto
Yo relato mis ideas, tú te ocupas de ellos.
Estoy contigo y estás sin mi
Conmigo y sin ti
Estamos y no me ves, quietos y volaremos
Lloras contigo, sufres en la felicidad
Hablarás y no te escucharás.
Cuando te vea no estaré
Porque en mi ausencia te observaré
Partiremos sin dividirnos
Tu al sur y yo al este
Tu al oeste y yo al norte
Querrás ir pero no irás.
Al principio y al final
Flaquearemos y nos impulsaremos
Nos adoraremos y procrearemos…
Contigo, conmigo, sin ti, y contigo.


NJÍRO NJÍ NJÍRO CHI TÚ

Ja chákuyo chi stútuyo ma-yo? Tú,
Chi Ley ja já ía ku.
Ku ja kakúyo xa’n xa’n va’a? Tú,
Ja xa’n xa’n va’a a io vina.
Ja kuni-yo ma-yo ku xa’n kuia? Tú,
Ja kuni-yo ma-yo tílini ku.
Ka statu-yo mayo? Tú,
Kanchayo ichi ya ichi ñua.
Kakúsuyo mayo, numana-yo ká’n inka tu’un
Rro nká’n nau kaká’n numana-ro, rru nká’-ri nau-ká’n
Rru nká-ri nau jáni-iniri, maro sa ja jáni-iniri.
Kanchari njiro te tu kancharo njiri
Njiri te njiro tú
Kanchayo te tu ntero-rru, na-yúni kanchayo te ndecheyo
Ntéro njiro, xa’n xa’n natauro nu kisií iniro
Nká’n nkáro te tu jinisoo-ro.
Na va’ nteri rro – ma kanchari njiro
Chi ja tu kanchari te nteri xá’n-rro
Nkí’o ko nki’o ma-yo
Rro nkíro ichichíi te rru nkiri nu kenta ntikandíi
Rro nkiro nu kigüi íia te rru nkiri ichi ninu.
Kuniro nkiro ko ma nkíro.
A sa-yo te onte a ni kú
Nu nu –makú ja sayo te sá -ma-yo ja ku ja sayo
Sa-yo –kúni-yo xá’n ma-yo te ñuva’yo sé’e…
Njiro, njiri, njiro tú, nji rró.

Poema


Sangre en la infancia

Rayas ensangrentadas
Vestigios en la planta inocente
Son causas de labores tan terribles
Del amo que arranca de la infancia
La vida sin piedad y sin fehaciente.

Ha enraizado la maleza sus tentáculos
El niño llorando cava sus manitas
El barro duro y las filosas piedrecillas
Lastiman las yemas de sus tiernos dedos.

A paso lento el pequeño avanza
Cual caracol se desliza entre la hojarasca
Sus ojitos se cubren por tantas lágrimas
Porque el amo desea productos no sentimientos.

No hay almas que vayan a su encuentro
Aunque el mocoso grite desesperado
Se descalza y camina
Levanta la cabeza y se anima.
Su camisa ya es rojo
Su rostro ya es un lago

Atrás quedó el campo
Allá adelante hay montañas
El niño no está solo
Hay gavilanes y zopilotes.
Lodo le dará  humo le echará
maldiciones pronunciará
la sangre de la infancia.